El logro de los objetivos climáticos depende de la expansión de la red eléctrica mundial
ARNHEM, Países Bajos, 22 de septiembre de 2022: los líderes de la industria energética ven una necesidad urgente de una mayor inversión en redes eléctricas para conectar mejor las regiones, asegurar una distribución fiable de los recursos y cumplir los objetivos climáticos. Tres cuartas partes (76 %) de los 400 profesionales senior de energía contactados en 75 países dicen que la infraestructura de red existente no puede conectar adecuadamente las fuentes de energía renovable a las zonas de alta demanda.
DNV predice que la implementación de la red inteligente no ocurrirá lo suficientemente rápido como para respaldar la transición energética sin una inversión significativa.
Los líderes energéticos consideran que la expansión de la capacidad de la red es la prioridad más importante hoy en día para cumplir los objetivos climáticos, en especial en Europa y entre los sectores de transmisión y distribución. Se espera que esto aumente en importancia en los próximos cinco años también en otras regiones, especialmente en las regiones de América del Norte y Asia-Pacífico.
Cuando se les preguntó acerca de las áreas donde se espera que la inversión aumente en general en el próximo año, más de la mitad (58 %) de los encuestados mencionaron la integración de sistemas de almacenamiento de baterías, seguida de cerca por la integración solar comercial (49 %) y la infraestructura de vehículos eléctricos (49 %).
Se espera que las redes inteligentes, la automatización y las reformas de políticas (legislación, reglamentos, licencias y normas de permisos) sean los facilitadores más poderosos para una correcta transición energética en la cual se logre un equilibrio entre velocidad, calidad, estabilidad y costes.
Guy Nicholson, Gerente de Redes en Statkraft, reflexiona: “Necesitamos conexiones inmediatas para el almacenamiento, así como refuerzos para la transmisión, y un mecanismo financiero para activar la inversión en el almacenamiento de energía de larga duración impulsaría la innovación y la reducción de precios”.
Las dos mayores barreras para una transición más rápida se dividen entre la gobernanza y los problemas tecnológicos. La falta de apoyo político (o gubernamental) es la principal barrera, seguida de cerca por las limitaciones de capacidad de la infraestructura de red existente.
A diferencia de los cambios iterativos implementados en el pasado, preparar nuestras redes para el futuro requiere un cambio radical, un desafío difícil de abordar, ya que debemos mantenerlas funcionales a lo largo del proceso de evolución que debe ocurrir.
““Las redes eléctricas son la columna vertebral de nuestro sistema energético y son cruciales para el auge de las energías renovables y el logro de los objetivos climáticos. Necesitamos grandes inversiones para lograr la integración de fuentes de energía renovable, optimizar las instalaciones de almacenamiento de energía, ampliar el sistema y conseguir seguridad energética. En estos momentos estamos entrando en un cambio de paradigma y la industria debe estar lista para trabajar en colaboración para preparar nuestros sistemas de energía para el futuro: para hacer una transición mucho más rápida, tenemos que integrar nuevas tecnologías y fomentar la inversión en la red a través de políticas y marcos regulatorios con visión de futuro”, comentó Ditlev Engel, CEO de Energy Systems en DNV, “como se confirma en nuestro informe anual Energy Transition Outlook durante los últimos 6 años, el crecimiento masivo en la electrificación de nuestras sociedades es una tendencia muy sólida, que este informe también confirma”.
DNV predice que la electricidad se duplicará como parte de la demanda de energía global final, y pasará del 19 % al 38 % en los próximos 30 años. A pesar de la agitación geopolítica y económica de 2022, el 74 % de los encuestados cree que la transición energética se ha acelerado (45 %) o no se ha desacelerado (29 %).
La necesidad de una transición más rápida a un sistema energético profundamente descarbonizado está transformando la industria energética desde adentro: Como se destaca en estas respuestas, ahora está claro que los líderes de la industria energética ven la transición acelerada y la reciben más como una oportunidad que como un riesgo, pero los planes políticos y normativos prácticos están rezagados y tienen que acelerar el ritmo para permitir las inversiones importantes, que aún faltan para un futuro de energía limpia.
El análisis completo realizado por DNV ya está disponible en este enlace: Preparando nuestras redes eléctricas para el futuro.
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