España deberá invertir 10.000 millones al año para cumplir con el Acuerdo de París
Tras la firma del Acuerdo de París en diciembre de 2015, el compromiso de la Unión Europea contra el cambio climático se hizo vinculante para todos sus Estados Miembros.
En ese documento, que la UE trasladó a la ONU hace un año, se fijaba una meta genérica: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% en 2050 respecto a los niveles de 1990. Pero en este compromiso no figura la ruta a seguir ni el coste que tendrá llegar a ese objetivo de reducción de emisiones.
En este contexto, la consultora Monitor Deloitte ha fijado el camino que España debe seguir para cumplir con los compromisos contra el cambio climático. Y su coste: se necesitan entre 330.000 y 385.000 millones de euros de inversión de aquí a 2050, lo que supone unos 10.000 millones al año. Así se refleja en el informe Un modelo energético sostenible para España en 2050 realizado por la consultora.
Para realizar su análisis, el experto Alberto Amores ha partido de un reparto idéntico de los esfuerzos entre todos los miembros de la UE. Es decir, todos tendrían que haber reducido sus emisiones entre un 80% y un 95% en 2050. Hasta ahora, este tipo de compromisos dentro de la Unión eran diferentes: la UE tiene una meta global y cada uno de los 27 tiene una meta concreta para cumplir con el objetivo global.
Sector eléctrico
Para cumplir con esa reducción de entre el 80% y el 95%, España deberá invertir en el sector de la generación eléctrica entre 185.000 y 251.000 millones de euros en los próximos 34 años. Ahí se debería concentrar el mayor esfuerzo ya que se tendría que conseguir que la producción de energía eléctrica renovable pasara del 38% actual (incluyendo la hidráulica) al 90% en 2050. La ruta que marca este informe también establece que todos los coches deberán ser eléctricos en ese momento.
Beneficios
Si se cumple con la meta de implantación de la eólica y solar, Deloitte estima que se produciría una rebaja del 42% en el precio de la electricidad para todos los consumidores por el incremento de la demanda. Además, la dependencia energética de España del exterior caería drásticamente en 2050: caería hasta los 27 millones de barriles de petróleo anuales, frente a los 416 millones de 2013. En ambos casos, tiene especial importancia la expansión de los coches eléctricos.
Automóvil eléctrico
El desarrollo de los coches eléctricos en España, al igual que en el resto del mundo, es residual. "Hay que hacer una penetración brutal del coche eléctrico", sostiene Alberto Amores. La "gran barrera" ahora sería la falta de puntos de recarga, añade, algo que debe cambiar. El informe establece que en 2050 "todos los vehículos deberían ser electricos". En 2030 deberían representar ya entre el 7% y el 10%, lo que supone vender 750.000 vehículos eléctricos al año.
Además, también se establece que entre el 40% y el 60% del transporte pesado "se tendría que hacer por ferrocarril eléctrico en 2050". Ahora, el 95% se hace por carretera.
Nucleares y carbón
El estudio entra en dos de los asuntos más polémicos del sector energético: el carbón y la nuclear. Aunque se establece que en 2050 el 90% de la generación de electricidad debe venir de fuentes renovables, el estudio establece un escenario intermedio, con metas a 2030. El informe rechaza un "cierre prematuro" de las centrales térmicas convencionales –de carbón y ciclos combinados– que requeriría nuevas centrales de gas natural a partir de 2020. Además, también se apunta a que las centrales nucleares tendrían que ir más allá de los 40 años de vida útil y llegar hasta los 60 bajo el argumento de que no emiten gases de efecto invernadero. Sin embargo, la mayoría de partidos –no así el PP– se han comprometido a no prolongar la vida útil de estas instalaciones en España.
Fuente: www.asociacion3e.org