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Ayudando a acabar con la pérdida y el desperdicio de alimentos

Bread in a bin

En 2020 la ONU declaró el 29 de septiembre "Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos". La certificación de las empresas a lo largo de la cadena de valor alimentaria puede desempeñar un papel fundamental para acabar con el inaceptable desperdicio de recursos.

Según la ONU, el número de personas afectadas por el hambre aumenta lentamente desde 2014 y cada día se pierden o desperdician toneladas y toneladas de alimentos comestibles. En 2022 se estimaba que entre 691 y 783 millones de personas no estaban seguras de dónde procedería su próxima comida. 

En todo el mundo, alrededor del 13% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta al por menor y se calcula que el 17% de la producción mundial total de alimentos se desperdicia en los hogares, el servicio alimentario y la venta al por menor. Los alimentos que se pierden y desperdician representan el 38% del uso total de energía en el sistema alimentario mundial y también repercuten en otros recursos como el agua, la tierra, la mano de obra y el capital.

Además, deshacerse del desperdicio de alimentos en vertederos provoca emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.  El desperdicio de alimentos también puede afectar negativamente a la seguridad alimentaria, a la disponibilidad de alimentos y al aumento del costo de estos.

Aunque tal vez no sea posible que los individuos y las organizaciones aborden la cuestión en ámbitos sobre los que no tienen control, es mucho lo que pueden hacer las empresas para ayudar a reducir la cantidad de alimentos perdidos o desperdiciados desde la producción hasta el punto de venta al consumidor final. 

Varios organismos han establecido normas para las empresas y organizaciones implicadas en la producción, transformación y distribución de alimentos. Entre ellas se encuentran GLOBAL G.A.P. - el programa de garantía agrícola líder en el mundo,- las normas del Consejo de Administración de la Acuicultura (ASC) para los productos del mar cultivados de forma responsable, la norma LEAF Marque para un sistema integrado de gestión agrícola, el Consejo de Administración Marina (MSC), las normas de referencia de la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI) y sin olvidar las normas ISO para los sistemas de gestión ambiental y energética.

La aplicación de una o varias de estas normas ayudará a identificar formas de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y de mejorar el comportamiento ambiental.  Construidas sobre las mejores prácticas, son puntos de partida para la mejora continua y la reducción de los impactos negativos. 

DNV es un organismo de certificación acreditado para todas las normas mencionadas y muchas más. Una vez que, una organización decide trabajar hacia la certificación dentro de sus propias operaciones o a lo largo de su cadena de suministro, DNV puede ayudar con la capacitación y la certificación adecuadas relacionadas con la norma elegida. 

"Es importante que todos ayudemos a hacer frente a los desafíos globales causados por la pérdida y el desperdicio de alimentos. Las empresas que optan por trabajar para contribuir, pueden beneficiarse enormemente de cumplir una norma. Conseguir la certificación demuestra compromiso y contribución", afirmó Barbara Frencia, CEO de Business Assurance en DNV.