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¿Controlan las empresas sus riesgos de soborno?

Un reciente estudio de DNV revela que, aunque las empresas parecen preocupadas por el soborno y la corrupción, pocas van más allá de publicar una política antisoborno.

  • Hasta un 54,6% ha publicado una política antisoborno. 
  • Sólo el 24,7% ha fijado objetivos y tan sólo el 14,5% ha establecido indicadores clave de desempeño. 
  • Compras (82,1%) y ventas (61,2%) se consideran los mayores riesgos. 
  • Sólo el 37,4% realiza la diligencia debida sobre los agentes de ventas y algunos menos una evaluación de riesgos (33,5%).  
  • Sólo el 3% indica estar muy familiarizado con la norma ISO 37001 o normas similares contra el soborno.

Aunque las empresas parecen preocupadas por el soborno y la corrupción, pocas van más allá de emitir una política antisoborno, revela un estudio reciente de DNV.  Gestionar el cumplimiento normativo, la reputación y los riesgos éticos es su principal objetivo, pero con inversiones nulas o limitadas en acciones tangibles como evaluaciones de riesgos, diligencia debida o mecanismos de denuncia de irregularidades, la cuestión es si estas empresas conocen sus riesgos de soborno y si están equipadas para gestionarlos. 

"Mientras que el 55% establece una política, sólo el 25% fija objetivos y el 15% establece KPI. Sólo alrededor de un tercio realiza la diligencia debida en las ventas o evaluaciones de riesgo. Pocas empresas dicen tener intención de invertir más, lo que nos hace preguntarnos sobre el grado de aplicación y control que tienen las empresas en lo que se refiere a la lucha contra el soborno", afirma Barbara Frencia, CEO de Business Assurance en DNV.

Con una pérdida anual estimada de 2,6 billones de USD o el 5% del PIB mundial a causa de la corrupción en todo el mundo, existen argumentos de peso para que las empresas profundicen un poco más en la gestión proactiva de los riesgos y apliquen medidas para prevenir o detectar problemas a tiempo, en lugar de verse obligadas a mitigar un costoso incidente.  

La encuesta de DNV muestra que las empresas reconocen los beneficios de un sistema de gestión antisoborno.  Sin embargo, pocas parecen adoptar un enfoque estructurado hasta que se ven obligadas a ello debido a un incidente. Sólo el 3% afirma estar muy familiarizado con la norma ISO 37001 sobre sistemas de gestión contra el soborno.  En todo el mundo sólo hay 2.896 certificados emitidos conforme a esta norma. En comparación, hay más de un millón de certificados de la norma de calidad ISO 9001 y más de 400.000 de la norma medioambiental ISO 14001.  

"Cada vez resulta más costoso no conocer los riesgos de la empresa. La lucha contra el soborno no es una excepción. Cuando se sabe que la mayoría de los defraudadores muestran banderas rojas de comportamiento y que la mayoría de las empresas víctimas modifican sus controles después de un incidente, hay un gran argumento a favor de la aplicación de un enfoque preventivo y estructurado en forma de un sistema de gestión que cumpla la norma ISO 37001", afirma Barbara Frencia.   

Las empresas que adoptan un enfoque antisoborno basado en la norma ISO 37001, reconocida internacionalmente, toman medidas más activas para mapear sus riesgos y asegurarse de que están mejor preparadas para prevenir y gestionar incidentes. Hasta el 61% de las que cuentan con una política han establecido indicadores clave de desempeño, el 64% realizan evaluaciones de riesgos y el 57% la diligencia debida en las funciones de ventas. Además, el 43% cuenta con una función específica de lucha contra el soborno, lo que evita el posible conflicto de intereses que puede producirse cuando la responsabilidad se asigna a un consejero delegado o alto directivo que también es responsable de las operaciones y las pérdidas y ganancias.